lunes, 28 de abril de 2014

Por alas de águilas

"Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os he levantado a vosotros sobre alas de águilas y os he traído a Mí. Ex 19: 4
Como el águila que agita su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, y los lleva sobre sus plumas. Jehovah sólo le Guió. Dt 32: 11-12a
Los que esperan en Jehovah renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. Is 40: 31

Entre otros pasatiempos que disfruto, me gusta observar pájaros. ¿Saben que hay más que 800 especies de pájaros aquí en Costa Rica? Son muchos. Algunas especies de pájaros sólamente se encuentran en un lugar pequeño del país y en ningún otro lugar del mundo. En la Isla de Cocos, hay tres especies de pájaros que se encuentran solamente allí. Cuando se piensa en un Dios que cuida a los pájaros, que viste de gloria a los lirios, que cuenta los cabellos de nuestra cabeza, es realmente maravilloso.
Este es un tiempo especial para ver pájaros en Costa Rica. Desde setiembre hasta noviembre hay una gran cantidad de pájaros volando sobre el país -millones de pájaros volando desde los Estados Unidos y Canadá hacia el sur. Algunos de los viajeros se quedaron más al norte, en México y Honduras, pero la gran parte va pasando por arriba hasta llegar a Colombia, Venezuela, Ecuador y algunos irán hasta el punto sur de Argentina. Pero, algunos se quedarán aquí hasta marzo o abril, así que es un tiempo especial para verlos. Imagínese -millones de zopilotes, gavilanes, sotorreyes, reinitas, tángaras, y hasta colibríes haciendo ese viaje tan largo, dos veces al año. Los colibríes de norteamérica vuelan 72 horas sin descanso y sin comida sobre el Golfo de México para llegar a su parada de invierno. Un pájaro tan pequeño, pero tan resistente. Los pájaros necesitan mucha fuerza y mucha resistencia para hacer este viaje dos veces al año. Imagine a Dios cuidando todos esto pájaros en vuelo. Es realmente asombroso. Pero, imagine si Dios se preocupa por tantas diferentes especies de pájaros y tantos milliones en vuelo, cuánto más se preocupa por los seres humanos. Dice el salmista,
Al ver tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que fijaste, ¿qu{en es el hombre, que te acerdas de él, el hijo de Adán para que de él cuides? (Salmo 8.4)Algunos de los escritores bíblicos también estuvieron asombrados por los pájaros. Aún más, de vez en cuando, se hablan de Dios, usando metáforas de la vida de los pájaros. Por ejemplo, en la Biblia, el Espíritu Santo está representado como paloma. En el bautismo de Jesús, el Espíritu Santo posó sobre Jesús como una paloma, diciendo, "Este es mi hijo en quien estoy complacida." Se dice que antes de la creación del mundo, el Espíritu Santo aleteaba sobre los aguas. ¿Saben cómo es aletear? Podríamos imaginar el ES como las golondrinas, planeando sobre los aguas. O podríamos pensar en los colibríes cuando se posan sobre una flor. Hay diferentes formas de aletear. Pero, los autores bíblicos conocieron el aleteo de otra ave, el águila. Cuando el águila tiene huevos o pollitos en el nido y el sol se pone fuerte, el águila se para sobre el nido para dar sombra y mueve sus alas para que haya aire refrescante en el nido, porque si no, los huevos nunca abrirían, sino los pollitos adentro morirían de calor, o los bebes aún en el nido morirían en el sol. Pero los águilas hacen aún más que esto. Cuando se pone caliente, ellos mueven los huevos en el nido, los revuelvan, para que la parte más caliente puede refrescarse. Ellos también revolotean el nido, para sacar a la superficie pedazos de ramas mas frescas, y así refrescar a los huevos y a los polluelos. Ambos el águila macho y la hembra hacen grandes esfuerzos para proteger a sus crías, para alimentarlos y para protegerlos. Esto es lo que los autores bíblicos observaron, y por eso escribieron:
"Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os he levantado a vosotros sobre alas de águilas y os he traído a Mí. Ex 19: 4
Como el águila que agita su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, y los lleva sobre sus plumas. Jehovah sólo le Guió. Dt 32: 11-12a
Los que esperan en Jehovah renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. Is 40: 31 Pero, ellos supieron algo aún más especial sobre la manera en que los águilas cuidan a sus crías. Cuando llega el momento de volar, la madre águila monta sus bebés sobre su propia espalda, salta del nido y vuela en aire libre. De repente, ella se cae en picada, dejando los jóvenes batiendo sus alas en el aire. Ellos tienen que intentar volar. Cuando ella vea que están por caerse, vuela por debajo de ellos y los recoge en su espalda de nuevo, para que se tranquilizan y descansan. Y de repente, otra vez los suelta al aire libre. Ella sigue haciendo esto hasta que ellos aprendan a volar y a cuidarse. Entonces, los suelta al mundo, para cuidar a si mismos. Es interesante como los biblistas compararon a Dios con la madre águila, cuidando los huevos, revoloteando sobre los polluelos, cuidándolos y enseñandoles a vivir en el mundo. Pero hay una diferencia entre la madre águila y Dios como madre, porque los águilas llegan a un punto cuando ya no permitan que los hijos regresan al nido. Para que los padres y los hijos pueden sobrevivir, tienen que separarse. Llega un punto en que los jóvenes no pueden contar más con la protección de sus progenitores. En contraste, la Biblia nos enseña que Dios siempre está presente, siempre está vigilante. Cuando nosotros tambaleamos, o cuando parece que el mundo tambalea alrededor de nosotros, el profeta Isaías nos consuela con éstas palabras de Dios
Escúchenme, gente de Jacob, todos Los que sobreviven de la familia de Israel, ustedes a quienes he llevado en mis brazos desde su nacimiento y de quienes me he preocupado desde el seno materno. Hasta su vejez, yo seré el mismo, y los apoyaré hasta que sus cabellos se pongan blancos. Así como lo he hecho y como me he portado con ustedes, Así los apoyaré y los libertaré. (Isaías 46.4)Esto no quiere decir que nada mal nos pasará, pero sí, que aún en los momentos peores, Dios está presente, en Dios podemos encontrar socorro, podemos encontrar renovación, porque Dios nunca nos abandona. Permanece siempre vigilante sobre todos sus hijos y todas sus hijas, para sostenernos en tiempos en de necesidad. Dios nunca nos deja caer ni perderse. Como la madre águila cuando enseña a sus hijos a volar, Dios siempre está atento. Siempre recoge sus hijos y sus hijas en su espalda, dandoles descanso. Cuando viene el momento, nos envía de nuevo al mundo, pero nunca, nunca nos abandona. Está presente con nosotros todos los días de la vida. Su amor permanece para siempre. Por eso podemos todos cantar juntos:
Los que confían en Jehová Son como el monte de Sión Que no se mueve, sino que permanece para siempre Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella Así Jehová está alrededor de su pueblo, Así Jehová está alrededor de su pueblo.
Que Dios les bendiga.

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